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Seis de la mañana de un día cualquiera. Nancy Ayala salta de la cama sin necesidad de un reloj despertador y se arregla rápidamente para dirigirse al Centro de Capacitación y Apoyo Laboral a la Mujer, donde labora desde hace un par de años. Con los primeros rayos del Sol, llega antes que el resto de sus compañeras de trabajo y puede disfrutar a sus anchas del único computador con acceso a Internet disponible en el centro. Sus días comienzan todos así, conectándose al Internet temprano en la mañana, porque pasadas las 8 am el acceso es demasiado lento y la computadora es compartida con el resto del personal. Aprovecha la quietud de las horas pre-laborables y navega cómodamente visitando diversos centros de información sobre la mujer en Internet para mantenerse actualizada, reservando un poco de tiempo para consultar las novedades en las páginas oficiales de las grandes instituciones. Luego consulta siempre las noticias en los diarios de su país para matar la nostalgia y, finalmente, pasa a buscar informaciones de apoyo a los casos particulares en los que está trabajando. Como de costumbre el acceso a Internet falla al primer intento de conexión y espera el segundo pensando en cómo ha cambiado el mundo en los últimos años y cómo el Internet permite hacer tantas cosas hoy con las que ni siquiera se soñaba en aquel lejano 1985, cuando recibió un entrenamiento de 4 días en comunicación electrónica mientras participaba en un seminario taller sobre la mujer latinoamericana en Costa Rica. Recién integrada al trabajo comunitario sólo pensaba en la profundidad y trascendencia de los problemas de la gran mitad de la humanidad y las limitaciones que se enfrentaban para solucionarlos. Apavorada se vió de pronto sentada frente a una computadora por primera vez y con el compromiso de aprender bien todo para transmitir a sus compañeras los conocimientos adquiridos cuando regresase a su país. Todo era más rudimentario en aquella época y requería de numerosos pasos y claves e instrucciones. Apenas contaban entonces con el correo electrónico, listas de correo y grupos de discusión. Nancy, mujer práctica, vio de inmediato la importancia de la nueva tecnología y se adentró con entusiasmo en este nuevo mundo de la comunicación electrónica, preguntando todo el tiempo, tropezando con frecuencia, pero a fuerza de práctica aprendiendo.
La conexión falla de nuevo y la computadora hace automáticamente un tercer intento. Luego del transcurso de más de una década y varias conferencias de trascendental importancia, los objetivos en el proceso de potenciación de la mujer permanecían sin mucha variación a pesar de las innumerables victorias logradas en los distintos campos en todo el mundo, pero miles de micro y macrobatallas siguen en pie y el camino sigue pareciendo muy largo. Y Nancy se da cuenta como durante todo el trayecto la comunicación electrónica le ha acompañado y servido, prometiendo ser en el futuro, como lo fue en el pasado, su aliada más importante ahora que es más común su uso por otras instituciones. Establecida la conexión,Nancy, trabajadora incansable, metódica y organizada, entra en los grupos de discusión y foros sobre la mujer donde publica un mensaje pidiendo información sobre bibliografía relacionada con el impacto del crédito a las microempresas en el sector femenino de la población, mientras espera la llegada de su correo. En su buzón electrónico seguramente aparecerán varios mensajes sobre el tópico que ha copado la lista de correo a la que está suscrita, donde desde hace un par de semanas dominan acalorados puntos de vista sobre los métodos de valoración y cuantificación del trabajo femenino en el hogar y las propuestas para la formalización de un sistema de cuentas satélites que permitan reflejar dichos aportes junto al Producto Nacional Bruto (PNB) de cada país. Luego entra a ver si hay alguna cosa nueva en WomenWatch, el espacio de las Naciones Unidas para el avance y potenciación de la mujer, donde se entera de las principales actividades y conferencias realizadas y programadas alrededor del mundo, al tiempo que puede darle seguimiento a los objetivos trazados y a su implementación.
8 de la mañana, empieza a llegar el personal de la oficina y es hora de desocupar la única computadora que tienen para continuar digitando el material educativo que se distribuirá en la reunión del jueves.
Identificada siempre con la lucha por los derechos humanos e interesada en conocer los esfuerzos de las ONG distribuidas por el mundo en pro del desarrollo sostenible, se apresura rapidito a dar una vuelta por OneWorld Online, mientras chequea nuevamente el correo antes de abandonar el computador y llevarse una copia impresa de la respuesta que recibió de las compañeras de FEMNET en Africa al mensaje que les envió la semana pasada invitándoles a participar con una ponencia por escrito en el próximo Simposio Regional de Mujeres Trabajadoras y Microempresarias. Veamos en las otras páginas de la guía cómo Nancy hace todo esto y cómo nosotras podemos hacerlo también aplicando los recursos de la red en beneficio de nuestros objetivos y al servicio de nuestras necesidades. |
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